viernes, 20 de julio de 2012

Nicolás Kissner, entrevista del 8-07-2012


ENTREVISTA:

NICOLÁS ETHIEL KISSNER Y EL SUEÑO DE JUGAR EN PRIMERA

     Luego de un largo recorrido por el ascenso, Nico siente que hay una luz de esperanza en el “Camba” para concretar su sueño.
   

                                 Nicolás Kissner durante la entrevista con Diego Palazzo y Nicolás Goico
                                        

      Identidad Roja entrevistó en forma exclusiva al delantero Nicolás Kissner, a un día del comienzo de la pretemporada, quien compartió vivencias tales como la alegría de sus comienzos, las ilusiones de llegar al fútbol grande, sus mejores goles, la importancia de los afectos, las enseñanzas recogidas y, porqué no, también algunas desilusiones.

-         ¿Cuándo empezaste a jugar al fútbol?
-         Arranqué de chico, yo soy del sur de la provincia, arranqué las inferiores en un pueblito que se llama Bordenave, mis primeros pasos fueron a los cinco años. Después me vine, de juvenil a los 13 años, junto a mis hermanos y mi familia, a probarme a Gimnasia y Esgrima, y ahí arrancó la ilusión…
-         ¿Siempre te acompañaron tus padres, te apoyó tu familia?
-         Sí, la verdad que sí. Por ahí de chico es una cuestión de diversión, entretenimiento, ¿no es cierto?, pero una vez que estás acá instalado siempre el apoyo de la familia estuvo y es lo que más te sirve, más cuando sos tan chico. Así que muy contento, la fuerza que te da, lo único que siempre te va a bancar es la familia y, la verdad, muy agradecido por eso.
-         ¿Cómo llegaste al Camba?
-         Fue en el 2011, a través de Alejo Santamaría, un técnico que estaba en ese momento en Cambaceres y que ya conocía, de Defensa y Justicia. Estaba como profesor Sapettini Luciano, que también lo tuve en Defensa en las juveniles. Yo estaba en Unión de Santa Fe, en el Nacional, pero sin tener continuidad, un club muy lindo pero la verdad que estaba priorizando otras cosas que era jugar y me interesó la propuesta de Cambaceres. Me presenté, arranqué, ¡lindo torneo! y después siguió la carrera.
-         ¿Cuánto tiempo hace que estás en el club?
-         Y, estuve inicios del 2011, después en junio existió la posibilidad de ir a Tristán Suárez, un club que está en Ezeiza y después bueno, volví. Ya hace seis meses,
-         volví en enero de 2012 a jugar a Cambaceres y ahora, hace no menos de una semana que arreglé la continuidad por un año más.
-         Volviendo más atrás en tu carrera, después de Gimnasia, ¿no llegaste a debutar en primera?
-         No, no, en el primer equipo no. Ahí tuve un momento, bueno, de lo más doloroso del fútbol ¿no?. Porque arrancás con una ilusión, pero… son las reglas de este juego… Cuando me toca quedar libre, cambiaron los dirigentes de la institución, hubo mejores jugadores que yo, es la realidad, me tocó quedar afuera y, me fui a La Plata Fútbol Club, en la liga. En ese momento estaba jugando el Argentino también, entonces era una linda posibilidad. Después de pensar bueno, se acabó todo por quedar libre, dije siempre fui un luchador y me fui a la liga. Surgió también la posibilidad de ir al Argentino B, a la Provincia de Neuquén, la ciudad de Centenario, una linda categoría, dura, como todas las del ascenso, y ahí otra vez arrancó la ilusión. Después volví a La Plata FC, ya en el Argentino A, no en la liga, una categoría más dura todavía que la anterior y, después me tocó ir a Defensa y Justicia, también a pelearla, a lucharla hasta que arreglé el primer contrato con 21 años.
-         ¿Cuántos partidos llevás jugados, sabés?
-         Y, tendré 60 partidos, 65 en todas las categorías.
-         ¿Cuál fue el gol más lindo y cuál el más importante?
-         El más lindo… Fue acá en Cambaceres, en Primera C, contra Fénix, en realidad fueron dos en un partido, la primera vez que me había pasado en el profesionalismo. Y que disfruté de alguna manera especial, jugando para Tristán Suárez contra Villa San Carlos, clásico de Cambaceres, fue un gusto personal propio, además venía de una lesión, en la pretemporada, que es una parte fea también para un jugador, volver y hacer un gol, ¡más en un clásico!
-         ¿Qué lesión tuviste?
-         Una periostitis, es una inflamación en la parte de la tibia que te impide correr. Pero como todo, se puede superar y… hoy me preguntaron por la familia, si tenía apoyo, bueno, ellos también son los que te dan fuerzas para seguir adelante, siempre.
    
     Nicolás Kissner es un chico muy sencillo y cordial, que llegó un día desde Bordenave, a 700 kilómetros al sur de La Plata, junto a su familia. A los 18 años el fútbol lo llevó a vivir sin su familia en Neuquén, con cuatro chicos más grandes que él a los que calificó de “muy buena gente”. Fueron cuatro meses que recuerda como una “linda experiencia”.

-         Me imagino que cuando eras chico soñabas con jugar en algún equipo de primera, ¿cómo era ese sueño?
-         Sí, la verdad que sí, siempre jugando en clubes del ascenso. Con 24 años jugué cinco categorías del ascenso y yo digo que, el fútbol es lo mismo en todas las categorías, cambia por ahí lo externo, lo que te rodea y… es un gran cambio. Jugar en primera es una ilusión que todavía tengo, en cualquier equipo, siempre que sea en primera. Por ahí hubiera sido lindo cuando estuve en Defensa y Justicia que era el que más cerca estaba, pero bueno, ahora metido en Cambaceres la ilusión todavía está. El torneo anterior estuvimos ahí del ascenso, entrando en el reducido, haciendo una buena campaña después de haber sufrido tanto por no descender. La verdad que también sería muy bonito ascender de categoría con Cambaceres.
-         Sabemos de las expectativas que hay por promover jugadores de divisiones inferiores, ¿cómo las ves en este momento?
-         Y, siempre te ponés en el lugar de ellos, uno también fue chico, pasaste por ese momento. Acá en Cambaceres, más allá de buenos jugadores, se nota que trabajan en lo humano. Muchos dicen que la educación sale de la casa propia pero cuando estás desde muy chico en el fútbol, intercambiando pensamientos te das cuenta que el grupo humano es muy importante y, acá, además de ser muy buenos jugadores técnica y tácticamente, en lo personal son muy buena gente.
-         ¿Tuviste algún compañero con el que te sentiste más cómodo en la cancha?
-         Sí, sí, y de hecho se lo dije: Maxi Benítez, jugador de mucho ascenso. Jugó en Estudiantes de La Plata también y ahora está en For Ever, en la liga. Siempre lo
-         escuché por la experiencia que tenía. Cuando vine a Cambaceres la primera vez tenía 23 años, él era el capitán en ese momento y siempre, no sólo de él sino de otra gente de mi puesto, con más experiencia, siempre los escuchaba, los observaba, es lo que te pide el técnico cuando sos chico ¿no?. Además dentro de la cancha siempre se lo dije, que era muy fácil jugar con él. Pero después hubo grandes jugadores, figuras de Defensa y Justicia que fue un placer estar al lado de ellos.
-         ¿Con quién llegaste a jugar que tuvo transcendencia o llegó a primera?
-         Y… Valdemarín, Lucas Valdemarín que estuvo en Vélez, Patricio Pérez que estuvo en la selección, hoy está en el ascenso también, en el nacional B; Pablo Garnier, está en Quilmes ahora; Leyenda que también estuvo en Vélez y otros, ahora no me acuerdo… Avendaño que está en Unión de Santa Fe, Pichi Rosales que viene a Independiente, Pablito Pérez que está en Newell´s… muy buenos jugadores, y como personas ni te cuento, mucho mejores todavía.
-         Sí, muy buenos. ¿Siempre jugaste en el mismo puesto?
-         No, de chico no. Cuando vine a Gimnasia jugaba de volante por derecha, después ya me ubicaron como centrodelantero y hoy es donde me siento más cómodo.
-         ¿Qué te pareció que le faltó al equipo para lograr el tan ansiado ascenso que no se le viene dando?
-         En Cambaceres… qué buena pregunta… Fijate que fue tan duro este último semestre, estábamos a dos puntos de irnos a la D . El grupo que había era muy buen grupo, siempre la peleó, nadie se creía más que nadie, hay mucha humildad y, con el sacrificio, llegamos a terminar terceros que te da una ventaja deportiva. Significa que definís de local y con el empate clasificás vos, pero bueno, nos tocó jugar contra Midland hace menos de un mes y medio y, en el partido de ida, todos tuvimos una mala tarde… terminamos tres goles abajo y teníamos que hacer mínimamente tres goles para igualar la serie… no llegamos, hicimos solamente uno, quedamos afuera. No sé si se trató de experiencia, sino que ellos nos superaron desde el primer momento y en todas las líneas y fue lo que hizo un quiebre, no nos permitió dar vuelta el partido.
-         A ustedes los dirigía Aldirico, ¿qué enseñanza te dejó como técnico?
-         Primero como persona, un tipo con mucho código, muy difícil de encontrar. Después como profesional, siempre lo táctico, a estar más ordenado y, después, lo que es temperamento, siempre a ser un jugador aguerrido, sabiendo que si tenés convicción vas a llegar a todas.



     Nico expresó que fue un “honor y mucha alegría” haber tenido a Cristian Aldirico como técnico así como tener hoy a su ayudante de campo, Sebastián Abeledo, porque es de la misma escuela.

-         ¿Cómo lo ves a Abeledo, creés que puede llevarlos a lograr el ascenso con refuerzos y un poco más de suerte?
-         Sí, se está armando el equipo, la verdad que mantuvo una base que es muy importante y como te decía, hay muy buena gente que es fundamental en un grupo. Se sumaron tres chicos de los que conozco a dos, de Tristán Suárez y son la misma calidad de personas. Tenemos la esperanza por cómo terminamos el torneo pasado de ascender en forma directa.
-         En lo personal ¿te ponés como objetivo hacer cierta cantidad de goles por torneo?
-         Vos sabés que antes priorizaba jugar bien para ayudar al equipo, pero eso de más chico. Ahora que soy grande decís: bueno, vos sos delantero y la única manera de ayudar a este equipo es haciendo goles, por una cuestión lógica. Así que es partido tras partido, tener el mejor rendimiento posible, querés hacer un gol todos los partidos… estaría jugando en cualquier liga no? Jaja.
-         Sí, por supuesto jaja. ¿Cuál es tu ídolo?
-         Y, como posición siempre me gustó Gabriel Batistuta, aunque yo era muy chico, me tocó verlo los últimos partidos, en el mundial más que nada, porque después se retiró en el fútbol árabe y no lo pude seguir más, siempre fue un ídolo. Y después el “Beto” Acosta también, que ese lo pude disfrutar un poco más porque se retiró jugando acá, en Argentina.
-         ¿Cuándo y dónde arrancan la pretemporada?
-         En realidad empezamos hace 15 días pero mañana nos vamos a Punta Lara hasta el sábado, hacemos la parte más dura, trabajando en tres turnos. Se cayó la oportunidad de ir a Necochea o a Mar del Plata. Así que ahora a meterle con todo acá, a trabajar duro y concientizarnos en el torneo.
-         ¿A quién ves como posible candidato a pelear el ascenso con ustedes.?
-         En principio a todos, pero bueno, Laferrere es un club muy grande, me sorprendió, yo nunca había ido a jugar con la cancha tan llena, es de otra categoría, institucionalmente. Pero después hay clubes que tienen historia como El Porvenir, aunque pasa por una racha negativa estos dos últimos años, y Cambaceres mismo, no venía peleando por nada y terminamos terceros… va a ser duro.
-         ¿Tienen pautado partidos amistosos para la pretemporada?
-         Tuvimos uno con Racing de Bavio el sábado y el próximo, supuestamente a confirmar, es contra Almagro en predio de Laferrere, pero todavía no hay nada concreto.
-         Por último, ¿te dedicás sólo al fútbol?
-         No, siempre pasé por distintos rubros, hoy bueno, es una casita de fiestas para chicos. Estamos trabajando en horario de la tarde, somos cinco socios por lo cual nos vamos turnando, no es tan sacrificado, Pero prioridad es el fútbol, siempre lo fue.


                                      






jueves, 19 de julio de 2012

Investigación sobre el caso de "la Hiena" Barrios

“LA HIENA” BARRIOS: DE LA GLORIA SOBRE EL RING A LA CONDENA SOCIAL

      “Me gusta ver cómo los chicos entrenan y hacen algo positivo con su vida, quemar la energía de una forma que no los va a meter en problemas y que estén fuera de las pandillas y las drogas y la cárcel que los rodea, porque en el gimnasio hacen algo por ellos mismos, que es realmente bueno de ver” (entrevista agosto 1991 a miembro de un club de Chicago, “La Lógica Social del boxeo en el Chicago negro. Hacia una Sociología del Boxeo” Wacquant).

  LA CRÓNICA 

     Yamila González, embarazada de seis meses, fue arrollada junto a otras tres personas el 24 de enero de 2010, en el cruce de las calles Independencia y Ayacucho de Mar del Plata y murió horas más tarde. Jorge Rodrigo Barrios conducía la camioneta BMW X5 que embistió a un Fiat 147, detenido por el semáforo, que a su vez atropelló a los cuatro peatones. 
     Lejos de detenerse, Barrios se dio a la fuga colisionando a una camioneta en el denominado “camino viejo” a Miramar, sin consecuencias fatales esta vez. Transcurridas seis horas se entregó a la policía. Estuvo detenido 12 días en la Unidad Penal XV de Batán, hasta que el 5 de febrero recuperó la libertad. 
     El juicio por la muerte de Yamila y su bebé comenzó dos años después, en marzo del corriente, bajo la carátula homicidio simple que conlleva una pena de entre 8 y 25 años de prisión. Finalmente el boxeador fue condenado por homicidio culposo el 4 de abril y sentenciado a cuatro años de prisión, quedó detenido a disposición de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y fue conducido al penal de Batán. Para condenarlo los jueces tuvieron en cuenta que, al momento del hecho, el imputado estaba “distraído en la utilización de un teléfono celular” y no advirtió que el Fiat detenía la marcha. 
     “La Hiena” cumplió 22 días de detención efectiva y, luego de pagar 200 mil pesos de caución, salió en libertad hasta tanto quede firme el fallo de primera instancia. Su defensora señaló que podrá conducir y consumir bebidas alcohólicas, aunque deberá cumplir una serie de requisitos que condicionan su movilidad. 

¿ACCIDENTE O ASESINATO? 

     A continuación se transcriben fragmentos de la nota “Continuar la vida cuando un auto atropella y mata a un hijo” por Ema Cibotti, historiadora y presidenta de ACTIVVAS (Asociación Civil contra la inseguridad vial y la violencia)

     “Una respiración. Un silbido. El tenue movimiento de su pecho al subir y bajar. Mi hijo estaba en la camilla, conectado a varios monitores, tenía la cabeza vendada por el enorme hematoma, las pupilas inmóviles en un coma profundo, pero lo sentía respirar. Podía hablarle, acariciarle las manos y suplicar por él…” 
     “Por la mañana entraron las enfermeras y un rato más tarde vi cómo todo el servicio corría a su lado para hacerle las maniobras de reanimación…” “el jefe de terapia intensiva, con su propia angustia a cuestas, nos abrazó y nos explicaba las lesiones irreversibles que tenía Manuel, nuestro hijo mayor. 
     Manu fue atropellado la madrugada del domingo 14 de mayo de 2006, en el Monumento a los Españoles, a los 18 años…” “…lo enterramos el martes 16”.
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     “El 6 de febrero de 2007 el tribunal realizó la declaración indagatoria a Nicolás Piano, conductor del auto. Habían pasado casi nueve meses y recién entonces la administración de justicia daba el primer paso.”
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      “Pasaron cinco años…” 
      “Mucha gente aludía al accidente pero yo ya tenía fuerzas para gritar que la muerte de mi hijo era un asesinato vial. Los casos referidos por las otras madres tampoco podían definirse como accidentales o fortuitos. Los conductores iban alcoholizados, a alta velocidad, corriendo picadas e ignorando los semáforos en rojo. Entre nosotras, confirmábamos que el homicidio culposo es una figura legal tramposa: no dice que los imputados se comportaban como violentos al volante.”                                                                   
                                                                                                               
      “Por las noches me preparaba mentalmente para el juicio oral y público. Mi hijo no era una víctima para la Justicia, sino un damnificado muerto. No se trataba de un juego de palabras, era un abismo semántico y lo cruzaríamos sólo si se juzgaba y condenaba al imputado…”
      “… Sabía que el auto iba a una velocidad que superaba la permitida, sabía que viajaban siete personas dentro del coche. Y además existía una seria sospecha que el conductor iba alcoholizado, aunque nunca se pudo comprobar porque en esa época se podía negar al test –ahora ya no, algo mínimo ha cambiado- Pero el veredicto: culpable de homicidio culposo con tres años de prisión en suspenso y diez años de inhabilitación para conducir, no me sorprendió. Después de cinco años de lucha, intuía que iba a oír la voz del derecho penal y no la de la Justicia…” 
      
     Así es cómo se siente en carne propia la pérdida de un ser querido. A veces el dolor aísla, lastima tanto que no deja fuerzas para la lucha, enferma y hasta causa la muerte. Otras se transforma en incentivo, en la energía que mueve a los que quedan vivos para buscar justicia, construir sentidos, intentar evitar que otras familias pasen por lo mismo. 
     En el caso de Ema, como otras muchas madres, el dolor la potenció al punto de crear una fundación contra la inseguridad vial. Así surgieron proyectos para que las infracciones viales que provoquen daños irreparables sean consideradas delitos dolosos y no culposos. 
     En 2008 se crea por ley 26.363, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Se trata de un organismo que tiene como principal misión reducir la tasa de siniestralidad en el territorio nacional mediante la promoción, coordinación, control y seguimiento de políticas de seguridad vial. 
     Para ello se realizan campañas enfocadas en historias cotidianas, sensibilizando a la sociedad sobre los peligros reales que provocan los excesos y el no cumplimiento de las leyes. El slogan utilizado fue “si se puede evitar no es un accidente” con lo cual se pretende concientizar que la irresponsabilidad desemboca en delito, porque un medio de transporte utilizado en forma inconciente puede convertirse en un arma mortal.
     Otro organismo civil reconocido es Luchemos por la Vida, que trata temas como el uso de cascos y cinturones, el exceso de velocidad, la ingesta de alcohol, el respeto al semáforo. “Lamentablemente le falta el complemento del Estado que es quien controla y sanciona. La mayoría necesita que le apliquen una multa para convencerse de que el mensaje es también para él” afirma el abogado Alberto José Silveira, presidente de la entidad. 
     Trabajan, además, en algunas leyes porque aseguran que lo que hoy es una infracción o contravención muy grave, debería ser un delito carcelable si la falta cometida causa daños irreparables. 
 
                  EL CASO DE “LA HIENA” 
 
     Lo que más molesta y condena la sociedad, en principio, es el hecho de la fuga por parte de Rodrigo Barrios, el no haberse detenido y enfrentar la situación, ayudar a los heridos, hacerse cargo del accidente. Y, en segundo lugar, que dos meses después del hecho y a pesar de la prohibición para manejar, fuera fotografiado en el momento que se disponía a conducir. 
     Por último, en octubre del mismo año (2010), Barrios regresaba al box enfrentando al colombiano Wilson Alcorro. Por este motivo reapareció en los medios y, horas antes de la pelea, dijo en referencia a la muerte de Yamila que no le importaba porque no la conocía y que, además, lo que él protagonizó fue un accidente de tránsito y no un “holocausto”. 
     Al margen del caso y en los últimos años, Rodrigo también se vio involucrado en otros escándalos, como denuncias por violación, por amenazas y violencia contra su propio hijo de 17 años, al que le desfiguró la cara en octubre de 2010. 

CUANDO LA INFANCIA ESTÁ MARCADA POR LA MARGINALIDAD 

     La historia de vida de Jorge Rodrigo Barrios es similar a la de otros boxeadores que, como él, nacieron en zonas marginales, se criaron en las calles, tuvieron que buscarse el sustento desde muy chicos entre el delito, las drogas y la cárcel. Desde siempre su manera de defenderse del peligro fueron los golpes: “yo era pibe y siempre fui matón” expresó en una oportunidad refiriéndose a su infancia. 
     En este contexto, cuando se les brinda la oportunidad de insertarse en el mundo del boxeo, encuentran en el gimnasio un lugar relativamente protegido y sociable donde aislarse, aunque sea momentáneamente, de las presiones de la calle. 
     Al mismo tiempo se les abre una enorme posibilidad de inserción social, lejos del crimen callejero, la droga, las pandillas. Cuando a esto se le suma la gloria del triunfo y la fama, muchos que habían logrado en cierta forma, encaminar sus vidas, caen en un torbellino de excesos. Se les abren puertas a actos y lujos que jamás hubiesen soñado poder acceder e, incluso, conocen personas que se aprovechan de su falta de educación, de su inexperiencia y resulta fácil que desvíen el rumbo. 
     Tales son los casos de Uby Sacco (fallecido a los 41 años), Oscar de la Hoya y Many Pacquiao por ejemplo, que se han visto envueltos en desórdenes sociales referidos a drogas, noche, sexo, alcohol. Tal vez el más emblemático es el de Mike Tyson que luego de conseguir a los 20 años fama y fortuna, estuvo preso en varias oportunidades por violación, drogas y actos de violencia. Su infancia es la típica de un chico de la calle que creció peleando para sobrevivir entre la delincuencia y el vandalismo. Otro similar por su origen humilde pero con un final marcado por el crimen y la tragedia, fue el de Carlos Monzón. 
     Wacquant (sociólogo y antropólogo que estudió durante tres años el mundo pugilístico en un gimnasio de un segregado barrio de la ciudad de Chicago) se refiere en su libro a esta relación entre ciertas formas de vida social y el boxeo al que nombra como un “arte del cuerpo sub-proletario” y afirma que “no se puede entender la lógica interna que regula el aparentemente autónomo universo del pugilismo, fuera de su contexto social y ecológico e independientemente de las posibilidades sociales que este contexto asigna a los jóvenes. Aunque muchos prefieren unirse a pandillas o involucrarse en el crimen callejero, dos carreras vinculadas que ofrecen una alternativa potencial, ir al gimnasio adquiere importancia social en relación a la estructura local de oportunidades de cada uno, incluyendo aquéllas ofrecidas –o negadas- por la escuela, el mercado laboral y las actividades en la calle.” 

   CONCLUSIÓN 

      A todas las organizaciones mencionadas en torno a los accidentes viales, que a veces no son tales, a las leyes y proyectos de ley para corregir conductas inadecuadas, es necesario sumarle una rápida y sólida acción de la justicia. Pero además y en forma urgente, hay que intentar un saneamiento de las villas y sectores marginales. Es fundamental involucrarse en la educación e integración de los chicos de la calle para que dejen de serlo. 
     Ofrecer más posibilidades sociales, llámense gimnasios o clubes podría ser una alternativa. Generalmente el deporte atrae a los niños y da como resultado una sana formación corporal y psico-socio-afectiva, facilitando la convivencia, el respeto a las reglas, a uno mismo y a los demás; resultando un complemento del aprendizaje brindado en las escuelas. 
     Y es el Estado quien tiene la mayor responsabilidad, es su deber ocuparse de la comunidad, garantizar la educación de los niños y adolescentes, erradicar la droga y los excesos, velar por su seguridad y bienestar. Hasta que ésto no ocurra, lamentablemente su futuro no distará en mucho de aquéllos que, alguna vez, supieron ser ídolos populares.